#HacienciasFCC es una serie entrevistas a docentes de la Facultad de Ciencias de la Comunicación que busca poner en valor sus investigaciones, sus modos de trabajo y ver el mundo. En este número, la voz de Marta Pereyra. [10.12.2020]
Por Roy Rodríguez Nazer*
La ciencia y la técnica aplicadas a la investigación y producción de mensajes y bienes simbólicos de uso común tienen la capacidad de generar nuevos escenarios de inclusión. Ese es uno de los objetivos del proyecto de Investigación y Producción de audiodescripciones de obras audiovisuales que se desarrolla en la Facultad de Ciencias de la Comunicación. Es que, cuanto más profesionales estén capacitades para hacer descripciones de audio y, a su vez, mayor sea la cantidad de productos dotados de audiodescripción, estaremos, sin dudas, ante el amanecer de un mundo más justo. Un amanecer que, paradójicamente, podrán ver, incluso, las personas ciegas.
Explicarlo es simple: la audiodescripción es una técnica que permite a las personas ciegas acceder a material audiovisual como películas, series, videoclips. Y a su vez es un campo casi inexplorado en el desarrollo de productos comunicativos. Mientras la voz describe la imagen, el derecho al acceso igualitario de bienes culturales se hace realidad.
El proyecto, liderado por Marta Pereyra, lleva varios años de desarrollo e incluye la producción de mensajes que alienten la creación de descripciones de audios en obras audiovisuales y de profesionales capaces de realizarlos, nació a partir de llevar el oído atento. “El oído es particularísimo. Es el sentido que nunca descansa; es vibración, presión en el aire y se siente en el cuerpo. Es cercano, profundo, evocador, sugestivo. Mirar el objeto con el que trabajamos desde esta perspectiva es un interesante ejercicio para individualizar el potencial de la acción política de la inclusión a través del lenguaje sonoro,” dice Marta Pereyra.
Los comienzos
En la virtualidad, Pereyra, junto a Roxana Singer y Susana Sanguinetti, asesoras del equipo de investigación, rememoran el momento en que el proyecto comenzó a gestarse. La necesidad de solucionar una problemática concreta y compleja: la inclusión de personas ciegas a una cultura que avanza hacia lo audiovisual. Todo se gestó a partir del ciclo de cine Abriendo el mate, que organizaba la Red Mate de la FCC. Era necesario conseguir películas con audiodescripción. Una tarea casi imposible, más si se quería acceder a contenidos específicos sobre alguna temática particular. Fue Jimena López, fundadora de la Red, quien planteó la necesidad de difundir la práctica de la audiodescripción como herramienta de accesibilidad, primero, y la posibilidad de generar productos audiodescriptivos, después.
Un equipo interdisciplinario fue aproximándose al objeto: la audiodescripción. Y las perspectivas fueron delineando los campos que la constituyen: la traducción, al arte audiovisual, la lingüística, la semiótica y la comunicación. Los integrantes del equipo traían en su bagaje la experiencia de la radio y del trabajo con las palabras y la voz. Pero no alcanzaba: “Esto nos exigió salir de nuestra unidad académica, de nuestra disciplina y articular con otros espacios y con quienes estaban produciendo en el campo profesional fuera de la universidad”, cuenta Pereyra.
El primer paso era el de difundir la actividad de audiodescripción, desconocida para la mayoría, incluso para la mayoría de los comunicadores: “Definimos producir una serie de podcasts sobre la temática en un formato accesible. Buscamos contribuir a la difusión de la técnica de la audiodescripción en español de obras audiovisuales, pero, además, que la gente supiera en qué consiste el proceso de trabajo. Y sobre todo que el producto final ayuda a incluir a otros”. Los primeros pasos de esa difusión pasaron por la web del Portal Qué.
Derecho a la cultura
La Declaración Universal de Derechos Humanos de la Organización de Naciones Unidas (ONU) estableció allá por 1948, en su artículo 27 que “…toda persona tiene derecho a tomar parte libremente en la vida cultural de la comunidad, a gozar de las artes y a participar en el progreso científico y en los beneficios que de él resulten.” En 1966, los Estados parte hicieron que ese compromiso fuera más efectivo. En el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales definieron que todas las personas, sin distinción de sexo, raza o religión tienen derecho a participar de la vida cultural. Después vinieron otras declaraciones, incluida aquella de 1990 que buscaba garantizar al acceso a la vida cultural y participación.
Participar. Ser parte. Poder ver una película. Apenas eso. Para formarse, para debatir en igualdad de condiciones. En la efectivización de los derechos de acceso a la cultura el proyecto de audiodescripción encontró razones y fundamentos. Y le puso voces.
“El nuestro es un proyecto de investigación y de producción. Así, a través de metodología de acción participativa fuimos construyendo y adquiriendo conocimientos, en un proceso que incluye la práctica reflexiva y horizontal como parte de un grupo de personas con y sin discapacidad visual. No tenemos una meta de producción, entendida como proveer obras con audiodescripción al público. La idea es contribuir en la consolidación del campo en nuestro país, definir pautas y guías de calidad para audiodescribir, además de divulgar la práctica y formar audiodescriptorxs”, sostiene Pereyra.
Otra mirada
La audiodescripción dentro del proyecto de investigación parte de algunos conceptos de la antropología de la vida cotidiana. Y de la necesidad de inclusión de un grupo particular. Así, investigadores y beneficiarios del proceso pasan a formar parte de una misma causa. Una metanarratividad inclusiva. “Hay una ideología de la normalidad que no nos permite reflexionar que lo “normal” podría ser el diseño universal, es decir, el diseño accesible desde la concepción. Hacer este cambio a nivel subjetivo es un proceso que requiere acciones a toda escala. Desde tomarnos un tiempo para describir una imagen cuando la compartimos por WhatsApp hasta estudiar el mejor modo para que una persona con discapacidad visual tenga una experiencia de recepción de las películas similar a la de las personas sin discapacidad visual”, agrega Marta Pereyra.
Susana Sanguineti sugiere entonces situar teóricamente el proyecto: “El trabajo de investigación y producción de audiodescripción a la hora de definir contenidos, objetivos, metas, metodología -tanto de la investigación como la de producción- se podría acercar a la idea de “antropología de la vida cotidiana”. Sin embargo, nosotros no somos antropólogos y no tenemos el tiempo que requiere ese tipo de investigación. Tal vez nos identifiquemos con la idea comprender al hombre más allá de sus lenguajes, aceptando las diferencias. Para luego dar un paso más, trabajar en herramientas que les sirven a algunos grupos para salvar esas diferencias”.
“En nuestro caso, el lenguaje sonoro es el recurso que conocemos. Seguramente por eso fuimos permeables a las inquietudes y necesidades del colectivo de las personas con discapacidad visual identificar sus demandas para experimentar y acercar la audiodescripción a través de diferentes líneas de acción”, reafirma Pereyra.
Investigar y producir
La investigación que se desarrolla desde 2018 trabaja en tres líneas principales: en primer lugar, profundizar el conocimiento en relación a la percepción de las personas con discapacidad visual, la segunda tiene que ver con la divulgación de las técnicas de audiodescripción y la tercera está orientada a la capacitación de profesionales capaces de desarrollar tareas de audiodescripción.
Tiempos, infraestructura y organización se dedicaron al diseño de una encuesta en línea que fue acompañada de entrevistas semiestructuradas para saber más de las necesidades y modos de aprehender la realidad de los públicos objetivos del proyecto, es decir los integrantes de la gran comunidad de personas con diferentes grados de discapacidad visual.
A su vez, como parte de las acciones tendientes a difundir la tarea de la audiodescripción, sobre todo como una formación alternativa para comunicadores y otras ramas de las ciencias sociales, se desarrolló una serie de cinco podcasts. El primero, “La palabra que incluye”, desarrolla el concepto de la audiodescripción a través de las voces de productores y usuario/as y destaca el aspecto político inclusivo de los audiodescriptores.
También, durante el año 2020 y a pesar de las dificultades que trajo consigo la pandemia se implementó curso virtual de Iniciación a la Técnica de la Audiodescripción con la Asociación Argentina de Traductores e Intérpretes (AATI).
El audiodescriptor, como mediatizador de mensajes y como factor inclusivo, tuvo en el desarrollo de las tecnologías de la información un elemento clave, facilitando el acceso y la producción. En tiempos en donde la pandemia aceleró la circulación de mensajes mediatizados, la audiodescripción parece ser más necesaria que nunca. “Coincido con la que la pandemia adelantó los tiempos respecto de la mediatización de las interacciones. Sin duda se abrirán nuevos caminos y sería muy importante el surgimiento de nuevas propuestas tecnológicas que faciliten el acceso a los diferentes grupos de discapacidades”, afirma Roxana Singer.
Un lenguaje común
En 2020 cuando se cumplieron los primeros cien años de la radio, la voz del proyecto viajó en podcast, a través de la web, llegando a públicos específicos. “Se utiliza el mismo lenguaje, pero no es hijo de la radio”, dice Marta Pereyra. Resume la importancia del proyecto y sus posibilidades. “Nuestros productos llevan contenidos específicos, diseñados teniendo en cuenta necesidades y búsquedas puntuales dentro de una comunidad. A nuestros mensajes llegarán aquellos a los que le interesa la accesibilidad y la inclusión de las personas con discapacidad visual a través de la audiodescripción propiamente dicha. El formato podcast nos permite también tratar con especificidad la temática. Además, el lenguaje sonoro apunta a uno de los sentidos que las personas con discapacidad visual utilizan para transitar el mundo”.
Oídos atentos. Sonidos que van más allá de las barreras físicas y simbólicas. Y mucho camino aún inexplorado. “La oferta y el acceso a productos audiovisuales para ciegos es aún muy escasa. Y más en español. Desde nuestro lugar buscamos generar una cultura y una masa crítica de conocimientos y producciones para poder soñar con una inclusión real”. Es sueño y trabajo. Y una voz inclusiva. Derechos. Otra realidad.
El equipo de Investigación y Producción de Audiodescripción de obras audiovisuales es un proyecto radicado en SECYT UNC en la categoría Formar desde 2018. El segundo bienio de trabajo está a cargo de la dirección de la Dra. Marta Pereyra (FCC), Mag. Juan Baquero (FL), Lic. Evangelina Giró (FCC), Lic. Fanny Marconetto (FCC), Mag. Roxana Singer (S21), Lic. Susana Sanguineti (S21), Lic. Jimena López (FCC), Lic. Catalina Arismendi, Lic. Cecilia Valles, Lic. Maximiliano Pinela (Teilú), Lic. Laura Badini (Cine AD), Lic. Pablo Alvarez Eberhardt (S21).
* Egresado de la Licenciatura en Comunicación Social de la FCC. Nodocente de la Secretaría de Extensión de la Facultad. Encargado del ciclo de entrevistas #HacienciasFCC.