El día que se saldaba una deuda histórica | FCC

El día que se saldaba una deuda histórica

Hace un año exactamente, la entonces Escuela de Ciencias de la Información se presenta ante la Asamblea Universitaria, la máxima autoridad de esta Universidad, para insistir en su reclamo de autonomía y jerarquización de su estatus. Ese día, nos encontramos los docentes, los estudiantes, los egresados y todo el personal técnico administrativo, todos con variadas posiciones políticas, pero unidos en una postura genuina y necesaria, que hoy nos embandera por completo y que nos hace uno aún en la diversidad.

El pedido de nuestra comunidad educativa se inició apenas recuperada la democracia y se transformó en un proyecto formal en el año 2000. En los quince años que transcurrieron desde la presentación del primer expediente de creación de la Facultad de Comunicación Social, hemos crecido, nos hemos fortalecido, hemos generados nuevas carreras de grado y de posgrado, hemos organizado encuentros académicos de investigación y de extensión tanto nacionales como internacionales con una altísima y variada participación de las comunidades académicas relacionadas con la comunicación, hemos incrementado el número de docentes investigadores y de proyectos acreditados. Somos una de las unidades académicas que mayor presencia tiene en el ámbito de la extensión universitaria, formamos partes de redes académicas y de cooperación tanto nacionales e internacionales, tenemos un permanente y fluido diálogo en proyectos compartidos con las organizaciones de la comunidad y también generamos permanentemente numerosos proyectos que hoy se mantienen y se mejoran. Nuestra institución es reconocida a nivel nacional e internacional y ha tenido el honor que importantes representantes de la cultura y la comunicación a nivel internacional hayan pasado por nuestras aulas y nos hayan dejado parte de su saber, para poder compartirlo y expandirlo entre nuestros estudiantes.

Así como decimos que hemos crecido en calidad académica, hemos crecido también, sin dejar de lado las diferencias, en los grados de consenso para llevar adelante propuestas para mayor inclusión y mayor democracia. En este sentido, hemos sido pioneros en la toma de decisiones acerca de cuestiones de política institucional. Cuando la comunidad académica ha reclamado por sus derechos, ha sido nuestra propia comunidad la que ha sabido lograr los consensos para dar  respuestas convincentes y oportunas.

En los años de plomo nuestra institución fue censurada, cercenada y violentada, pero aún así, no lograron doblegarnos. Al igual que otros espacios tuvo la fortaleza, que le dio la memoria y la resistencia, para erguirse nuevamente y convertirse en una antorcha vanguardista para abordar problemas sociales y específicos de la comunidad universitaria.

Así, en 1990, fuimos la primera unidad académica que optó por una consulta vinculante a los claustros para elegir sus autoridades. También en 1995, fuimos una de las primeras que dejó de lado la contribución voluntaria de su estudiantado, y en 2005, fuimos los pioneros en proponer la gratuidad de los estudios de posgrado para sus profesores. Y también fuimos la primera unidad académica, una vez recuperada la democracia, que incorporó a su currícula un seminario de Comunicación y Derechos Humanos.

Varias de las propuestas que nos mostraron a la sociedad como una institución vanguardista, ocupada y preocupada por los reclamos y sentires de su comunidad, fueron luego recuperadas por otras instancias de gobierno de la UNC. Y todos y cada uno de nosotros hemos actuado y colaborado en algunos de los proyectos que hoy son banderas de nuestra institución.

Y es por ello, por el grado de maduración de nuestra institución y el grado de consolidación de sus proyectos que el camino hacia la Facultad de Ciencias de la Comunicación, era inevitable, y sólo requería de la Universidad una mirada atenta acerca de los logros y avances de nuestra institución.

La creación de la Facultad, no sólo ha jerarquizado a nuestra comunidad y nuestro campo de acción, también ha jerarquizado a la Universidad Nacional de Córdoba que se pone a tono con las nuevas demandas y requerimientos de una sociedad que encuentra en la comunicación una dimensión estratégica para su crecimiento y desarrollo.

Hace un año, nuestra universidad de 400 años, asumió el reto y el desafío de saldar una deuda histórica con nuestra comunidad. Hoy resulta necesario remarcar que la comunicación se encuentra presente en todos los ámbitos de lo social, en sus diversas dimensiones. Y que resulta crucial e imprescindible su conocimiento a la hora de pensar en una sociedad con derechos a informar y ser informada, para tomar de manera autónoma y responsable sus propias decisiones.