María Garrido, especialista en TIC y desarrollo, pasó por la FCC y habló en exclusivo sobre el rol de las plataformas en los movimientos sociales y entre los jóvenes.
—¿Crees que la masificación del acceso a internet hace que estemos más (in)formados?
—No, definitivamente no. Si con masificación del acceso nos referimos a la provisión de infraestructura de información y comunicación a la población, esto es solo el primer paso para mejorar la creación, flujo, y distribución de información. Sin embargo, esta definición es limitada. Acceso, desde mi punto de vista, es un concepto complejo que incluye no solo la infraestructura de información, pero más importante, el ecosistema de la información. Este ecosistema se conforma por normas sociales, culturales, económicas y políticas que pueden funcionar como obstáculos o habilitadores para que los ciudadanos no solo accedan la información, pero cuenten con las habilidades criticas de búsqueda, síntesis, y uso de esa información de manera productiva (o para mejorar sus condiciones de vida) en su día a día.
—¿Qué cambios sociales y políticos se están desarrollando de la mano de internet y la tecnología móvil?
—Hay muchas trayectorias sociales y políticas que han sido influidas por el desarrollo del internet y móviles. Podría destacar, desde mi experiencia, que el cambio más importante es la percepción de que más voces se pueden hacer escuchar. Más voces cuentan. A pesar de que esta percepción se ha visto coartada innumerables veces por las acciones de los gobiernos, el hecho que los ciudadanos de distintos países tengan un espacio donde canalizar esas voces es una importante contribución. Nuestra percepción del tiempo y la distancia se ha desvanecido, hasta cierto punto, también en la creación de estos espacios habilitados por el internet y los móviles.
—¿Hay mayor participación juvenil en movimientos sociales o en transformaciones sociales a partir de la irrupción de la cultura digital? ¿Cómo se explica?
—Es complejo de responder categóricamente, porque depende del contexto. Estos espacios socio-tecnológicos son creados por jóvenes para jóvenes. Los jóvenes han desarrollado/creado increíbles repertorios de acción colectiva haciendo uso de estos espacios. Esta diversidad ha permitido que una variedad de jóvenes participen políticamente de distintas formas (unas más involucradas que otras). Cabe destacar, que muchos de estos jóvenes también participan en espacios sociales no mediados por el Internet. Esto es crítico en el contexto de movimientos sociales.
—¿Son las redes sociales nuevos espacios de construcción social y política? ¿Hacia dónde vamos?
—Tienen todo el potencial. Sin embargo, no podemos olvidar que estas plataformas y espacios socio-técnicos en su gran mayoría no son espacios públicos. Son espacios privados, donde los dueños son las grandes empresas de información (Facebook, Google, Twitter, etc) con el mandato principal de hacer dinero no de promover la acción cívica o colectiva. La apropiación de estos espacios por grupos activistas, es eso… una apropiación. No es en el diseño tecnológico de las plataformas donde yace el futuro de la democracia y la justicia en el mundo. Es en la apropiación social de estos espacios combinados con otros (físicos) donde podremos evaluar hacia donde vamos.
—¿Por qué creés que suele verse a las culturas juveniles de una manera negativa? Por ejemplo, con el caso particular del Pokemon Go aparecieron varios estigmas acerca de la cultura juvenil.
—Esa es una pregunta que yo me hago constantemente. Mi opinión personal: porque no entendemos su contribución. Esto no es nuevo, ha pasado históricamente.