Así lo informó la Decana Mariela Parisi en el informe de normalización presentado al Consejo Consultivo. En dos años se realizaron 18 concursos que se suman a los 85 cargos docentes regularizados por aplicación del Convenio Colectivo de Trabajo.
Desde 2016, la regularidad en la planta docente se incrementó un 40%. Este, además de un hito para la institución, fue uno de los principales objetivos y requerimientos del proceso de normalización de la Facultad.
Este incremento da cuenta de un largo proceso de trabajo de la Prosecretaría de Concursos y Carrera Docente y de la Comisión conformada por la decana, Mariela Parisi, para la aplicación del art. 73 del CCT, de forma tal de establecer criterios de que permitan la incorporación de la mayor cantidad de docentes a la reglamentación.
En este sentido hacia 2020 se proyecta completar la normalización del plantel docente.
El hecho de ser concursado implica importantes beneficios tanto para la institución como para el docente. Los concursos son el mecanismos que la universidad establece para el ingreso, permanencia y ascenso de los docentes; de modo tal que aumentar el porcentaje de cargos concursados pone a la Facultad en orden con las reglas universitarias. Además los contribuyen a la calidad académica, ya que premian el esfuerzo, la formación y actualización de sus docentes. Por el lado docente, los concursos significan reconocimiento y estabilidad laboral.
El mandato de la normalización
La regularización de la planta docente es una de las prerrogativas que la Ordenanza HCS 8/2011, que regula la creación de las nuevas facultades en la Universidad Nacional de Córdoba. En su artículo 4º, inc. j, establece que “El número de docentes concursados de la nueva Facultad al momento de crearse no deberá ser menor al 50% de la planta docente total”.
Esta fue una de las principales críticas que en su momento sufrió el proyecto de facultarización de Ciencias de la Información ya que, según un informe diagnóstico realizado por la gestión normalizadora al momento de hacerse cargo de la institución, la facultad contaba con aproximadamente el 20% de sus cargos docentes concursados. Por lo que el aumento en el porcentaje de cargos docentes regularizados era uno de los principales mandatos del Consejo Superior a la gestión normalizadora de la FCC.
Así fue como desde la prosecretaría de Concursos de la nueva gestión decanal normalizadora, se delineó un plan de concursos que proyecta en 2020 completar la normalización del plantel docente. Para lograrlo, se llevó adelante un proceso de ordenamiento y sistematización de la información de concursos, y se redactaron cuatro reglamentos fundamentales para llevar adelante la tarea: el reglamento de selección de antecedentes; el reglamento de concursos de titulares, asociados y adjuntos; el reglamento de concursos de asistentes y ayudantes; y el reglamento para la renovación de las designaciones por concursos.
“Estos reglamentos, y toda la tarea de relevamiento y ordenamiento de la oficina realizado durante 2016, fue fundamental para poder lograr el avance que dimos en 2017 en materia de realización y sustanciación de concursos” expresó Dafne García Lucero, Secretaria de Concursos. “Hemos aumentado en más de un 30% los cargos concursados, tanto en cargos altos, como medios y bajos”.
García Lucero destacó además entre las dificultades que se superaron, el hecho de que la gestión estuviera en proceso de normalización y que todas las decisiones tuvieran que ser refrendadas en el Consejo Superior, el cual fue un reductor de velocidad que a partir del próximo decanato no estará y permitirá a la FCC avanzar más rápidamente en los procesos de concursos.
“Los concursos son procedimientos en los cuales se reconocen los esfuerzos de los docentes por perfeccionarse, porque en los concursos docentes lo que más se valora es la capacitación, la actualización, en los cargos más altos se valora mucho la investigación y la formación de recursos humanos; en estas instancias se destaca el docente el que hizo y trabajo por encima del que no”. “Creo que además esto también influye en la cultura institucional. necesitamos que el concurso no sea un dragón al que hay que afrontar, sino que se tome como una instancia habitual, normal, propia de la vida docente universitaria. Ser docente universitario implica ser evaluado por tus pares, y hacer los concursos nos permite que aprendamos a transitar estas instancias, y no sean momentos angustiantes para el docente que pone en juego su fuente laboral”.