A días de la marcha nacional #NiUnaMenos, tres meses del 8M #NosParamos en el que uno de los lemas de la huelga afirmó “Si nuestras vidas no valen, produzcan sin nosotras” y tras años de avance de los movimientos feministas que sientan conquistas de derechos, en la actualidad existen logros que todavía no pueden traducirse en igualdad real.
Pensar el lugar de lxs comunicadores en la profesión lleva a visibilizar las diferencias entre varones y mujeres en cuanto a participación, ocupación, empleo y corresponsabilidad, donde las diferencias siguen siendo importantes.
De esto da cuenta el informe de “Participación de mujeres y personas GLTTBI* en los medios de comunicación” elaborado por la Asociación Civil Comunicación para la Igualdad y la Fundación para el Desarrollo de Políticas Sustentables -FUNDEPS- que tiene por objetivo principal conocer la estructura laboral y las políticas de género de las empresas de medios de comunicación, asociaciones profesionales de medios y universidades vinculadas a comunicación de Argentina. * (Lesbiana, Gay, Travestis, Transexuales, Bisexuales, Intersexuales)
Los índices son impactantes y desmoronan los relatos que ponen el acento en el esfuerzo individual de quienes “llegaron”. Las mujeres son mayoría entre las estudiantes de comunicación, disminuyen proporcionalmente en relación a los varones como trabajadoras de las empresas de medios, y son aún menos entre las afiliadas a los sindicatos.
El promedio de mujeres que trabajan en medios de comunicación es de 30,35% y 69,65% varones. Para el caso de Buenos Aires la presencia femenina es mayor (37%), mientras que para Córdoba el número desciende a un 23,69% deprimiendo el promedio. Aquí sólo los medios pequeños y medianos (uno gráfico y otro radial) superan este promedio.
Para Virginia Pedraza, coordinadora del equipo de género de FUNDEPS y Cofundadora del Cuerpo de Abogadas Feministas , estos son los datos que necesitan ser visibilizados. Remarca que “la brecha es grande y se profundiza en Córdoba en donde paradójicamente las mujeres representan el 69.04% de lxs egresadxs de carreras de comunicación".
Las mujeres en espectáculos e información general
El informe también aborda, qué espacios ocupan las mujeres dentro de los medios, cuando acceden. Una vez que logran inscribirse entre el 30,35% que sorteó la concentración de poder de los varones en los medios nos encontramos hacia el interior con la división sexual del trabajo.
En esta arena las investigadoras encuentran que la producción de contenidos también está asignada respecto a género quedando la categoría de temas “duros”: política, economía, energía, deporte, en el ámbito masculino y los temas “blandos” sociedad, espectáculos, información general, para las feminidades.
A esto hay sumarle las violencias machistas que se ejercen al interior de las estructuras laborales.
En la investigación los indicadores se aplicaron tanto para mujeres como para LGTTBI. Respecto a esto, Pedraza explica que “los únicos datos cuantitativos que obtuvimos respecto al colectivo es que solo una empresa manifestó la contratación de una persona trans, pero esto no refleja la realidad de los medios. Las empresas no respondieron sobre estos indicadores. Se observó desconocimiento y desinformación sobre las diversidades.” Así mismo en los sindicatos se encontraron iniciativas para abrir la discusión sobre inclusión y avances de protocolo.
Entre algunas de las observaciones respecto al abordaje de problemáticas de género se encontraron con “más permeabilidad en incorporar las problemáticas de parte de la universidades, en segundo lugar los sindicatos y por último las empresas con sus excepciones”
En el caso de las Universidades, FUNDEPS señala como un rasgo alentador, el hecho de que en la FCC docentes, estudiantes y nodocentes vienen trazando un horizonte entre el género y la comunicación: “En la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la UNC de Córdoba se perciben notables avances en la transversalización de la perspectiva de género. Primero con la presentación de un nuevo plan de estudios, que si bien no se ha implementado, significa un caso excepcional en relación a las demás unidades académicas de la UNC y de las demás instituciones educativas de la provincia. Aquí la distinción está entre la opcionalidad de la temática y la inclusión de la perspectiva de una manera transversal”, apuntan.
Ante los índices que ubican en realidades cuantificables a esas sensaciones, dificultades y “privilegios” para ser periodista mujer en este contexto, encontramos en la investigación a universidad pública como uno de los pilares para construir y desandar un ejercicio que no escapa a la sociedad patriarcal, reconociendo la importancia de la comunicación y de quienes la ejercen en este proceso.